Si eres padre de un joven boxeador o estás entrenando en serio, hay algo que no puedes dejar al azar: tu protección dental. Aunque muchas veces el protagonismo se lo llevan los guantes o los cascos, el bucal de boxeo es ese héroe silencioso que protege tus dientes, encías y mandíbula en cada golpe.
¿Por qué es tan importante el bucal en el boxeo?
Un buen bucal no solo evita que pierdas un diente, también reduce el impacto de los golpes en la mandíbula y hasta previene lesiones cerebrales leves. Cuando estás en medio de un sparring intenso o una competición, un golpe mal recibido sin el bucal adecuado puede costarte caro. Por eso, elegir un protector de calidad no es un lujo: es una necesidad.
Tipos de bucales: ¿Cuál necesitas?
Hay 4 tipos de bucales:
1. Bucales estándar: Vienen listos para usar, sin necesidad de moldearlos. Son los más económicos, pero ofrecen la menor protección.
2. Bucales termoformables: Se ablandan con agua caliente y se adaptan a tu boca. Son cómodos, seguros y muy populares entre boxeadores amateur y padres que buscan buena protección para sus hijos.
3. Bucales personalizados: Fabricados por dentistas, se ajustan perfectamente a tu boca. Son los más seguros (y caros), ideales para profesionales o competidores serios.
4. Bucales dobles: el bucal doble es un protector que cubre tanto la mandíbula superior como la inferior. Ayuda a reducir aún más el riesgo de lesiones durante el contacto físico debido a que protege ambas partes de la dentadura, sin embargo dificulta mucho la respiración y puede producir arcadas en gente sensible. No lo recomiendo mucho ya que los bucales de hoy en día ya protegen la dentadura al completo con un acolchado de gel en la parte baja del bucal.
¿Qué hago si uso brackets?
¿Se puede usar un bucal con brackets?
¡Sí, y es totalmente necesario! Los brackets no solo hacen más delicada la boca del deportista, sino que también aumentan el riesgo de lesiones internas si no se usa la protección adecuada. Por eso, es fundamental elegir un protector bucal diseñado específicamente para ortodoncia.
Consejos para ponerse el bucal con brackets
- Usa un bucal ortodóntico especial. No todos los bucales sirven para quienes usan aparatos. Asegúrate de elegir un modelo especial para ortodoncia, que tenga espacio adicional para los brackets y no se deforme al moldearlo.
- Evita el moldeo con agua caliente (en algunos casos). Algunos protectores bucales para brackets no requieren termoformado, o se moldean solo parcialmente para no presionar los aparatos. Lee siempre las instrucciones del fabricante antes de moldearlo.
- Consulta a tu ortodoncista. Si tienes dudas o estás recién empezando con los brackets, es ideal consultar con el especialista para elegir el protector correcto y evitar dañar los aparatos.
- Limpieza diaria. Los brackets acumulan más bacterias, así que es esencial lavar el bucal con agua y jabón después de cada uso, y guardarlo en un estuche ventilado.
Lavado del bucal
El protector bucal es uno de los elementos más importantes en cualquier deporte de contacto. Te protege de golpes, lesiones en los dientes y posibles daños en la mandíbula. Sin embargo, para que este equipo haga su trabajo correctamente, es esencial que lo mantengas limpio y libre de bacterias. Si no le das el cuidado adecuado, podrías acabar con infecciones orales o problemas de higiene que podrían afectar tu salud.
- Enjuagar Después de Cada Uso: Lo primero que debes hacer es enjuagar tu bucal con agua tibia justo después de cada entrenamiento. Esto eliminará cualquier resto de saliva, sudor o suciedad que pueda haberse acumulado. No utilices agua caliente, ya que podría deformar el material del bucal.
- Cepillado Regular: Al igual que tus dientes, el protector bucal debe limpiarse con regularidad. Usa un cepillo de dientes suave y un poco de pasta dental para frotarlo. Hazlo con movimientos suaves para evitar dañar el material. Evita productos abrasivos que puedan desgastar el bucal con el tiempo.
- Desinfección: Para una limpieza profunda, puedes desinfectar tu protector bucal usando un enjuague bucal antibacteriano. También puedes usar una solución de agua con vinagre o agua con bicarbonato de sodio. Solo asegúrate de enjuagarlo bien después para evitar que queden residuos en la superficie.
- Secado Adecuado: Después de limpiarlo, es importante que dejes que el bucal se seque completamente. Evita guardarlo en un lugar cerrado y húmedo, ya que eso puede fomentar el crecimiento de bacterias. Colócalo en un estuche con ventilación para que se mantenga seco y limpio.